Fanfic: "Libre como el mar" - Finnick Odair.

Este es el comienzo de un fanfic que estaré subiendo, espero y les guste :)

"LIBRE COMO EL MAR"

Capítulo 1: f u e r z a .

― ¡Finn! ¡Finn! ¡El desayuno! ― así es como mi pequeño hermano Kiren me despierta, el pequeño chico de tan solo 8 años, cabello color bronce ojos color turquesa, empiezo a creer que es muy parecido a mí; como sea, el sigue siendo un pobre e inocente niño, no tiene que preocuparse por hoy, el día de la Cosecha.

Se supone que he sido entrenado todos estos años para este momento pero no puedo evitar tener miedo, tener miedo de caer en los Juegos del Hambre y perderlo todo, simplemente morir.

Me levanto de la cama y por un momento observo el mar, lo inmenso que es, libre, ya quisiera que todos en Panem fuéramos libres como el mar, pero los Juegos son un recordatorio que no podemos; levanto mis cosas y arreglo mi habitación, trato de sonreír todo el día, recorrer cada pasillo de la casa por si es la última vez que estoy aquí y llego al comedor, mi madre preparando el desayuno como todos los días me da un beso en la frente y me sirve el desayuno, sé que quiere decirme que todo estará bien pero no puede, mi padre está enfrente, leyendo el diario como todos los días; mi padre es el presidente de la asociación encargada de entrenar a los chicos para ir a los Juegos así que no está preocupado por mí, no como mi madre, sé que en cualquier momento se soltaría a llorar conmigo pero tengo que ser valiente, demostrarles que no soy débil y no lo soy.

Comienzo a disfrutar del manjar matutino que mi madre ha preparado, termino y cortésmente me retiro de la mesa para poder ir a la casa de Anton, mi mejor amigo, antes de cruzar el umbral de la puerta escucho algo, ― ¡Finnick! ― escucho gritar a mi madre, ésta se acerca a mí con algo en las manos y las pone en las mías, ― toma, trata de endulzar este día ― me dice, le doy un beso y me retiro sin ver lo que me había dado, dos cuadras después me doy cuenta, son azucarillos, 5 pequeños cubos de azúcar que son muy apreciados en este Distrito ya que para endulzar solo usamos miel silvestre, los azucarillos son un lujo que pocos pueden darse, no entiendo porque mi mamá me los dio.

Camino rápido y llego a la casa de Anton, sale de su casa con los artículos de pesca y nos dirigimos al puerto, en el camino platicamos de cómo pasamos el día con nuestra familia, llegamos al puerto y nos subimos al barco pesquero, comenzamos a lanzar las redes y después de un tiempo sacamos un buen botín, ― vamos Anton que se nos hace tarde para la gran fiesta ― le digo a mi compañero sarcásticamente, ― ya quiero ver a los niñitos llorar ― dicen Anton, trato de esbozar una sonrisa, aunque por dentro ese comentario me duele, no quiero que Kiren esté involucrado en eso, nunca.

Al mediodía tenemos que estar todos en la plaza principal, así que regreso a toda velocidad a mi casa sin poder despedirme de Anton, entro a mi casa y miro a mi madre con un vestido color gris, hermoso, sus ojos grandes y labios vivos, noto algo raro en ella, está conteniendo todas las lágrimas que puede, pero no tengo tiempo para mostrarme débil así que subo corriendo los escalones que llevan a mi habitación y me cambio de ropa, todo pasa tan rápido que cuando pongo atención ya estoy en la plaza, se mira llegar a todas las familias del Distrito, madres con hijos en brazos, niños con los ojos hinchados de tanto llorar y claro… los profesionales, como si fuera otro día más, riendo y haciendo bromas entre ellos, los aborrezco.

De pronto tomo mi posición entre los niños de 14 años y la ceremonia comienza, sale la glamorosa Tirna, con su peluca color verde guisante y una gran sonrisa dibujada, pareciese que con esas grandes zapatillas en cualquier momento se caerá estrepitosamente, ― ¡Bienvenidos sean todos! ― dice con su voz chillante, ― esta es una gran ceremonia y como siempre me honra estar en este hermoso distrito ― continua hablando, mira fijamente su reloj y dice con mucho fervor ― ¡llegó la hora! Comencemos con las chicas ― Tirna mete su mano en una tómbola con muchos papeles ― ¡Dinna Linh! ― se escucha un chillido al fondo, volteo a ver y miro a una familia abrazada y llorando, al parecer el padre, la madre y unos pequeños trillizos; pronto miro entre la gente como Dinna se mueve hacia el escenario, una chica de mediana estatura con el cabello color castaño claro y ojos color miel, aunque claro ahora están rojos por todo el llanto, miro alrededor para ver si alguien de los profesionales se ofrece como voluntario y nada, eso me hace aborrecerlos aún más.

― ¡bueno, que no decaiga el ánimo! Un aplauso para nuestro tributo femenino de los sexagésimos cuartos Juegos del Hambre, del Distrito 4 ¡Dinna Linh! ― muy pocas personas aplauden, los demás se mantienen en silencio, puedo seguir escuchando los sollozos de su familia ― ahora toca el turno de los chicos ― grita Tirna, cierro los ojos esperando a no ser el elegido, tengo miedo y de repente se escucha ― ¡Finnick Odair! ― me quedo congelado por 5 segundos hasta que siento la mirada de todo el mundo clavada en mí, camino con lentitud tratando de no llorar, mirando hacia el suelo subo los escalones del escenario, mentalmente reacomodo mis sentimientos, desde ahora tendré cámaras grabándome las 24 horas, no debo mostrarme débil si quiero conseguir patrocinadores, no escucho todo lo que Tirna dice sobre mí y claro, no hay ningún voluntario, así que una vez en el escenario, estrecho la mano de Dinna y miro hacia enfrente y por primera vez los miro, mi padre llorando alza la mano con el puño cerrado en señal de poder y suerte, mi madre me envía un beso mientras llora y el pequeño Kiren ríe y ríe saludándome, al parecer no sabe que su hermano podría estar muerto en unos días, pero eso no vale ahora, mi familia me ha demostrado su apoyo,  incluso mi padre, el hombre con el corazón más duro de Panem, es hora de demostrarles que puedo hacerlo, que no me daré por vencido hasta ser libre de esto, libre como el mar.

Espero les haya gustado, en unos días subiré el segundo capítulo, les agradecería que lo compartieran, gracias chicos <3

L A I R